La energía geotérmica se
manifiesta de forma natural como géiseres, fuentes termales o incluso en
volcanes. Se distinguen, según su temperatura, tres tipos de recurso
geotérmicos; los de alta temperatura, de más de 150 C, los de media y baja
temperatura entre 30 y 150 C, y los de muy baja temperatura de menos de 30 C, también
llamada geotermia somera. En los yacimientos geotérmicos de alta temperatura se
obtiene agua y vapor a altas presiones y temperaturas de más de 150 C se utilizan preferentemente para generar
energía eléctrica.
Las centrales geotérmicas se
emplazan habitualmente sobre los yacimientos geotérmicos, que son el resultado
de la coincidencia de un acuífero con una zona del terreno que está a alta
temperatura. El agua y el vapor extraído se aprovecha mediante una turbina para
generar la electricidad y una vez extraída la energía, el agua devuelta al
yacimiento geotérmico para asegurar la sostenibilidad. En ocasiones, aunque no
exista un acuífero, se puede crear un yacimiento inyectando agua lo que permite
aprovechar este recurso en muchos lugares donde hasta ahora no era viable. Los
recursos geotérmicos de media-baja temperatura están entre 30 y 150 C. se
utilizan para proporcionar calefacción y agua caliente en pueblos y ciudades,
para la producción de electricidad en algunos casos, además de en balnearios y
otras industrias, especialmente en invernaderos y piscifactorías.
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